SINOPSIS Y REFLEXIONESPARASHÁ BESHALÁJ #16
Parashá Beshaláj #16 (Cuando envió) (1/30/2021)
1: Shemot 13:17-14:8
2: Shemot 14:9-14
3: Shemot 14:15-25
4: Shemot 14:26-15:26
5: Shemot 15:27-16:10
6: Shemot 16:11-36
7: Shemot 17:1-16
Maftir: Shemot 17:14-16
Haftará: Shoftím (Jueces) 5:1 - 5:31
CR: Hilel (Lucas) 8:1-9:62
La Parashá Beshaláj (Cuando envió) también se denomina Shabat Shirá (Shabat del Cántico) o Shirá HaYam (Canción del Mar). Esta fue la Shirá que Israel entonó después que se partió en dos el Iam Suf. Beshaláj nos muestra y enseña el poder del verbo, el poder de la palabra. Pero no estamos hablando del poder de las Santas Escrituras ya que conocemos gran parte de Su grandeza y de Su Creador, sino que hablamos del poder encerrado en tu boca, en tu emunah (fe). Fe que necesita conectarse nuevamente con la poderosa energía de las emanaciones cósmicas del cielo, para que creas en lo que dices; en los dichos de tu boca que se sustentan en los mismos fundamentos y dinteles de la Torá...en la Shejina. Y cuando usas el poder del sonido de tu boca, toda la creación espera anhelante e impaciente obedecer los designios de tu mandato.
“Porque la creación anhela fervientemente la manifestación de los hijos de Di-s.” Asofer Hamaljutí (Código Real) Romanos 8:19
Una alusión que nos muestra lo antes expuesto, legado del Eterno como enseñanza perpetua para toda la humanidad de este siglo y los venideros; es cuando Moshe Rabenu, antes de partir de Egipto con todo su pueblo a la tierra de la libertad, Eretz Israel, se dirigió a orillas del rio Nilo y gritó: “¡Josef, Josef! ¡La hora de la liberación llegó ya! Di-s ha jurado redimir al pueblo de Israel. Ha llegado el momento de cumplir la promesa que hiciste formular a tus hijos, de no dejar tus restos en Egipto. ¡Honra al Di-s de Israel! ¡No hagas por tu causa demorar nuestra redención!” De repente la tierra comenzó a temblar y el ataúd de plomo, donde estaban los restos de Josef, comenzó a emerger desde las profundidades del Nilo a la superficie. Y así tomó Moshe los huesos de Josef y se los llevó consigo. En este pasaje podemos ver en acción el poder, la declaración del mandato de un mortal que hace uso de su emunah Hashem, y causa o produce que toda la creación le obedezca. Recuerda que también la naturaleza espera por escuchar y obedecer a tu voz...
Otro episodio que marca esta parashá, llena de los milagros más insólitos e increíbles, es el cruce del Iam Suf que toma el protagonismo en este escenario, donde los elementales de la creación se sujetan al mandato de un hombre y de todo su pueblo. El Iam Suf significa el “Mar de los Juncos” o “Mar del Fin”; que se encuentra al Este de Israel y parte del Oeste, y se prolonga en el Golfo de Eliat y el Golfo de Suez. Otra teoría dice que el Iam Suf que cruzaron los israelitas podría ser la Bahía del Mediterráneo. Por otro lado, a este mar se le denomina Mar Rojo y debe su nombre al antiguo pueblo eritreo, debido a que su gente se pintaba la cara de rojo. Para ese entonces al “Mar Rojo” también se le denominaba “Mar Eritreo”. Algunos investigadores opinan que su nombre se debe al tinte de los corales rojos o al tono de los juncos, o tal vez al brillo del rojizo firmamento que se reflejaba en él y de allí su nombre “Mar Rojo”. Finalmente otras opiniones dicen que su nombre se debe a la cercanía con Edom, que significa rojo. Hashem le dijo al pueblo Israel: ¡Marchen, marchen! Estáis por encima de los elementos, del tiempo y del espacio. Avancen siempre y no retrocedan. “Mas tú, alza tu vara y extiende tu mano sobre el mar, y hiéndelo, para que vayan los hijos de Israel por enmedio del mar en seco... Y entraron los hijos de Israel por enmedio del mar, en seco, y las aguas eran para ellos como una muralla a su derecha y a su izquierda.” Shemot (Éxodo) 14:16 y 22. Aquí vemos un milagro o varios milagros dentro de un gran milagro. Este evento causó una reacción en cadena; todas las aguas del planeta se partieron, incluso la de los pozos, canales y cuevas, como también las aguas de arriba...
Definitivamente el poder y el cuidado del Eterno acompañaba a nuestro bendecido pueblo Israel en su travesía por el desierto. Cuentan nuestro sabios que iban rodeados y protegidos por sietenubes de gloria. Una a cada uno de los cuatro costados; una encima de ellos para protegerlos de la lluvia, el granizo y los vientos del desierto; una por debajo para que no se lastimaran con las espinas y las picadas de serpientes venenosas. Y una viajaba delante de ellos para nivelar los valles, allanar las colinas y preparar el lugar donde acamparían. Di-s insistió en introducir a Su pueblo en la creencia que todo es obra de Sus manos y que todos los actos de la creación dependen de Su Palabra y de la palabra de todo aquel a quien Él la delegue. El pueblo de Israel durante sus largas generaciones de cautiverio en tierra extranjera, vivió en medio de una nación 100% idólatra. Por lo tanto, el objetivo del Eterno era sacarlos de Egipto; pero también, que Egipto saliera de sus mentes... Por ello, Hashem mostró gran parte de Sus milagros y maravillas, para que el pueblo de Israel no sólo entendiera y entrara a la tierra prometida, sino que entrara a otras dimensiones de espiritualidad práctica, más allá del alcance del conocimiento netamente humano.
Dice la Torá que los hijos de Israel cruzaron en seco en medio del Iam Suf. Observemos minuciosamente y tratemos de descifrar o comprender este magno acontecimiento, que no sólo partió el mar en dos, sino que también la historia se partió en un antes y un después, porque todas las leyes que rigen la naturaleza se doblegaron a la Voz de Hashem, a través de un mortal. ¿Qué pasó con la temperatura que regía el agua en esos momentos? Supuestamente tuvo un cambio molecular. Según la ciencia, la temperatura del agua salada del mar puede descender a su punto de congelación de -2º centígrados, tanto por su densidad como por su alto contenido de sal. Es decir; el Iam Suf, el Mar de los Juncos o Mar Rojo, se convirtió en tres grandes moles de hielo; dos de esas moles a los lados como gigantescas murallas transparentes, como enormes y descomunales “peceras de vidrio”, que dejaban ver el espectáculo más grande nunca antes visto por ser humano. Todo el reino marino se engalanaba mostrando toda su impresionante belleza, que imperaba y prevalecía sobre el peligro de ser alcanzado por el ejercito egipcio. Y la tercera mole era la plataforma de hielo que nivelaba los abismos marinos convirtiéndolos en una gran pista de hielo. La misma parashá alude a lo seco, lo que conocemos hoy como hielo seco. “...para que vayan los hijos de Israel por enmedio del mar en seco.” Shemot (Éxodo) 14:16
Se que te estás preguntando ¿Y no se resbalaban por el gélido piso de hielo? Por supuesto que no, recuerda que eran siete nubes que acompañaron por cuarenta años al pueblo de Israel y una de ellas permanecía en el piso, para que las espinas y las serpientes venenosas no los dañaran a su paso. Por lo tanto, esa misma nube estaba sobre la plataforma de hielo y no les permitía que resbalaran. Creando de esta manera una nueva plataforma para que su pueblo no resbalara y cayera en medio de la huida.
El pueblo de Israel estaba sumamente agradecido con Di-s y comenzó a entonar el Shabat Shirá (Shabat del Cántico). Israel ha recitado este cántico por todas sus generaciones y cada vez que lo hace, es como si lo hiciera por primera vez. Todos los otros pasajes de la Torá fueron dichos por Di-s, mientras que Israel escuchaba; pero esta Shirá la entonaba Israel y Di-s la recibía junto a todas Sus huestes celestiales. En ese momento el alma de Israel se elevó al máximo nivel de exaltación, y su corazón se transformó en un manantial del cual fluía Torá. El sonido de su voz era como el sonido de Di-s. Y más aún, este cántico de Torá, que manaba desde su interior, precedió a la Torá que escucharon del Todopoderoso en el Monte Sinaí.
Por: Yehoshúa Villarreal I.
Con la autoridad del Rab Dan ben Avraham.
Es Licenciado en Filosofía y Letras de la Universidad del Zulia. Artista sinestésico que conjuga la música, la pintura y la literatura, cuyas obras están en museos como el MEAM-España, Museo Boca Raton-USA y el MACZUL-Venezuela. Graduado de la Escuela de Arte Julio Arraga y estudió en el Conservatorio de Música José Luis Paz en Maracaibo-Venezuela. Jazán de la comunidad B’nei Tzion de Miami.
Yehoshúa Villarreal I.
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