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Como el pájaro para moverse, el gorrión para volar, así la maldición injustificada no llegará.” Mishlé (Proverbios) 26:2

La palabra maldición está investida y revestida de una de las peores cargas energéticas que podamos conseguir en toda la literatura universal. El solo hecho de pronunciar esta palabra es suficiente para afectar el mundo físico y el espiritual, la creación toda se activa al sonido de esta palabra que es una sentencia y además ella misma parece quedar petrificada como atrapada en su propia maldición.

Su onda expansiva no sólo puede cruzar la distancia de un lugar a otro, sino que viaja a través de los tiempos; palabras o sentencias dichas milenios antes, y aún su vibración se puede sentir en estos tiempos. Ejemplo de ello es una de las declaraciones más poderosas que hizo como promesa perpetua el Eterno a Su amado pueblo Israel:

“Y bendeciré a quienes te bendijeren y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.” Bereshit (Génesis) 12:3

La vibración de este versículo quedó refrendada como estatuto perpetuo en las páginas eternales de nuestra Santa Torá.

Retomemos el Mishlé o Proverbio antes expuesto, este nos dice que la “maldición injustificada no llegará”. ¿Por qué? Veamos el rango que abarca la palabra “maldición”, la cual puede venir a la vida del hombre por dos causas: la primera por las maldiciones generacionales y la otra por las malas acciones o malas decisiones que se enseñorean en el territorio del pecado y que finalmente repercutirán en el nacimiento de una nueva maldición que afectará diametralmente la vida del hombre.


Ahora bien, ¿Cómo remediar o revertir esta situación de sentencia sobre el hombre que cruzó o trasgredió la frontera de los estatutos que reposan en la Torá? Todos sabemos que cada causa conlleva a una consecuencia y el arrepentimiento es la palabra clave para enderezar lo torcido de las trasgresiones hechas. Primero vamos a sondear la palabra arrepentimiento en el hábitat del idioma hebreo, idioma que uso el Eterno para sembrar Su Santa Torá aquí en la tierra a través de Su siervo Moshe. Teshuváh תשובה (Arrepentimiento) cuya suma gemátrica es 5+2+6+300+400=713=11=2 Curiosamente el número 2 nos muestra los dos mundos del ser humano: el físico y el espiritual, por consiguiente, este valor gemátrico no es producto de la casualidad, es producto de la voluntad creativa del Eterno. Es decir, no es el azar en acción, es la intervención perfecta del Hacedor de los imposibles en acción.


Somos las únicas criaturas de la creación que tenemos la opción o la capacidad de cambiar los rumbos torcidos y quebrados de nuestros actos, y es a través de la gracia del arrepentimiento que podemos cambiar los decretos duros y nefastos que pesan sobre nosotros. Veamos las bases de la teshuváh o arrepentimiento, que según nuestros sabios consta de tres etapas: contrición, confesión y abandono del pecado. Demos una pequeña ojeada al poder del arrepentimiento.


Grande es el arrepentimiento, pues rompe el decreto Divino, la maldición que venga sobre el hombre será quitada y lanzada a las profundidades de la mar.

Quien se arrepiente es considerado como una persona que ascendió a Jerusalén, construyó el Bet Hamikdash (Gran Templo), erigió el altar y ofrendó los sacrificios especificados en la Torá. (Vayikra Rabá 7)

“El poder del arrepentimiento es tan inmenso que con el mero hecho de pensar en él, la persona asciende inmediatamente a un nivel superior…no al primer o segundo cielo, sino ante la Presencia del Trono de Gloria.” (Pesiktá Rabatí 44)

“Venid y sed testigos del poder de la teshuváh, ya que convierte al hombre en soberano del mundo, lo corona, cura sus enfermedades y lo salva de la angustia y del dolor.” Taná de Bei Elihau Rabá 18)

Es muy importante que sepas que el arrepentimiento sólo es efectivo en vida, una vez que el

alma se desprende del cuerpo por causa de la muerte, el arrepentimiento en los mundos invisibles donde prevalece sólo el espíritu, en ese plano intangible no cuenta; es decir, pierde su poder porque el arrepentimiento sólo es potestativo en el mundo físico, en este plano tangible netamente humano.

“Del mismo modo, si una persona no se arrepiente durante su vida, la expiación que se logra por medio de la teshuváh no será posible después de la muerte.” (Pirkéi de Rabí Eliezer 43)

El arrepentimiento es como el vuelo del águila, ella es la única que puede volar sobre las nubes tormentosas y las tempestades inclementes, los rayos y las descargas eléctricas, no la pueden tocar porque ella está por encima del problema de las tormentas de la vida. Atrévete a abrir las alas del arrepentimiento y cuando levantes el vuelo verás como se desvanecen frente a tí las maldiciones que te correspondían por decreto; desaparecerán como el humo cuando asciende a lo alto y desaparece por el soplo del viento. Entonces la maldición que estaba contra ti, no existirá porque perdió su jurisdicción en las Cortes Celestiales.

“Como el pájaro para moverse, como el gorrión para volar, así la maldición injustificada no llegará.” Mishlé (Proverbios) 26:2

Por Yehoshúa Villarreal I.

Con la autoridad del Rab Dan ben Avraham.


 
Yehoshúa Villarreal I.

Es Licenciado en Filosofía y Letras de la Universidad del Zulia. Artista sinestésico que conjuga la música, la pintura y la literatura, cuyas obras están en museos como el MEAM-España, Museo Boca Raton-USA y el MACZUL-Venezuela. Graduado de la Escuela de Arte Julio Arraga y estudió en el Conservatorio de Música José Luis Paz en Maracaibo-Venezuela. Jazán de la comunidad B’nei Tzion de Miami.



Yehoshúa Villarreal I.




Actualizado: 4 nov 2020

“…Hallarás gracia y buen intelecto a los ojos de Di-s y de la persona.” Mishlé (Proverbios) 3:4

En los últimos tiempos hemos estado oyendo conceptos anodinos concernientes a la palabra gracia. Algunos hablan de ella como si fuera potestativa a corrientes religiosas “exclusivistas” desviando o torciendo el verdadero concepto y finalidad de la misma.

Dedos acusadores llenos de ignominias ancestrales señalan a nuestro pueblo Israel, al cual califican de caduco y obsoleto, y aún más, señalan y afirman que perdieron el privilegio de ser el pueblo escogido y que han sido destituidos por el mismo Di-s. Y que por ende Di-s eligió a otro pueblo, ya que en este siglo XXI no vivimos bajo la ley sino bajo la gracia. Es decir, que las Mitzvot o mandamientos que están escritos en nuestra Santa Torá, en sus Profetas y en el Asofer Hamaljutí claudicaron porque el “nuevo pueblo”, la nueva religión, se entronó en este mundo moderno. Nada más lejos de la realidad y años luz de la verdad.


Primero empezaremos por aclarar el hecho semántico que se encuentra en algunas palabras que han tergiversado el contenido o el sentido de las mismas. Comenzaremos por definir la palabra ley según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua.

Ley: regla fija a la que está sometida un fenómeno de la naturaleza. Cada una de las relaciones existentes entre los diversos elementos que intervienen en un fenómeno. Precepto dictado por la autoridad competente, en que se manda o prohíbe algo en consonancia con la justicia y para el bien de los gobernados. De esta reflexión es que podemos discernir las “leyes” que rigen la naturaleza, leyes de la creación y de todos los reinos: la ley de órbitas elípticas; la ley de la flotabilidad de Arquímedes; la ley de la orbita alrededor del sol; la ley gravitacional; la ley de la teoría de la relatividad; la ley de termodinámica; la ley de la inercia y todas las leyes que rigen los universos, entre otras.


Veamos la palabra gracia según la Real Academia de la Lengua. Gracia: cualidad o conjunto de cualidades que hacen agradable a la persona o cosa que las tienen. Don o favor que se hace con merecimiento particular; concesión gratuita. Dones naturales beneficiosos para la vida, especialmente el aire y el sol. Cualidad estable sobrenatural infundida por Di-s en el espíritu.

Ahora juntos daremos un vistazo a la palabra Mitzvot (mandamientos, orden, estatutos, ordenanzas y encomiendas). Estas Mitzvot encierran los cinco libros de la Torá. Los 613 preceptos bíblicos de la Torá. Es la conexión entre Di-s y los hombres. Chequeemos la palabra Mitzvot desde la perspectiva del idioma hebreo y de allí mismo analizaremos el significado de esta palabra y su gematría. Encontramos que el valor gemátrico de la palabra Mitzvot מצות es la suma de 40+90+6+400=536=14 y da como resultado 5. Este resultado tiene imbuido los cinco libros de la Torá que son legados a los hombres en la tierra, también vemos en este resultado gemátrico que 5 son los cinco sentidos del ser humano a quienes va dirigido este maravilloso manual de vida… ¡la Torá!


Veamos ahora el significado de la palabra ley en el idioma hebreo חוק y la suma de sus valores 8+6+100=15 da como resultado 6. Seis es el numero del hombre, porque este fue creado en el sexto día de la creación. También este número marca la conclusión de la creación, dicho de otra manera, el seis es la antesala del séptimo día; el Shabat, día de descanso, siendo este maravilloso día el primer día de haber sido creado el hombre. En otras palabras, su primer día comenzó con los milagros y prodigios del cielo.


Cuando estudiamos minuciosamente y usamos el microscopio del judaísmo, descubriremos que este pasaje bíblico nos enseña otra cosa totalmente diferente a la interpretación bíblica desde el punto de vista de Roma. Refresquemos este versículo:

“¿Qué, pues? ¿Pecaremos, porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia?” Romanos 6:15 Reina Valera

Como vimos antes, muchas religiones enseñan a su comunidad un análisis totalmente equivocado de la interpretación del versículo antes expuesto, ya que ellos afirman que la ley de la que está hablando la Escritura se trata de los mandamientos, pero como vimos previamente la ley y los mandamientos o las Mitzvot son dos conceptos completamente antagónicos, una nos habla de las leyes que rigen los universos y toda la creación y la otra de los mandamientos que direccionan la vida de los hombres a través del manual del conocimiento…la Torá.

Supuestamente estos mandamientos, según estas sectas religiosas, fueron sustituidos o abolidos por la “gracia”, donde el “Viejo Testamento”, como le llaman, ya caducó y que en este tiempo sólo cuenta el “Nuevo Testamento”. No sólo afirman esto, sino que dicen que el pueblo de Israel no es “salvo ni vive bajo la “gracia” de Di-s. Miremos que dicen las Santas Escrituras con respecto a todas estas conjeturas.

“Israel es salvado por el Eterno, una salvación eterna. No se avergonzarán, no serán ofendidos nunca jamás.” Yeshayahu (Isaías) 45:17 Nebiím-Tanaj

“Verteré sobre la Casa de David y sobre sus habitantes de Yerushalaim un espíritu de GRACIA y de suplicas.” Zejaryá (Zacarías) 12:10 Nebiím-Tanaj


¿Y qué es para Di-s la Gracia? La Gracia son las aguas del Eterno, son los ríos de agua viva de la cual nos habló nuestro Santo Ribi, su Majestad, Yeshua Hamashiaj. Son las aguas de vida donde el fuego de su Shejina se funde en un ejad con las aguas de vida-creativa, por donde discurrió el Eterno cuando creaba los mega-mundos y los micro-mundos para la humanidad. Es decir, es la sustancia física y espiritual, materia prima del Eterno.

“…Y el espíritu de Di-s: se cernía sobre la faz de las aguas.” Bereshit (Génesis) 1:2

Esas mismas aguas son los manantiales de vida que llenan y protegen nuestra existencia. La ciencia nos recuerda esta teoría existencial. “El cuerpo humano está compuesto en un 60% de agua, el cerebro se compone de un 70% de agua, la sangre en un 80% y los pulmones se componen en un 90% de agua. Las propiedades del agua son muy importantes para la vida. Las células de nuestro cuerpo están llenas de agua.”

La Gracia lo es todo; es la misma Shejina que siembra una pequeña semilla de Poder en la humanidad de los hombres para que este pueda ordenar a la creación que se someta al mandato divino que le legó el Eterno, para que lo sobrenatural sea natural en su estilo de vida, donde las leyes que rigen y sostienen la naturaleza estarán siempre prestas a obedecer el mandato de su voz. Entonces “las leyes” que le rigen serán cambiadas por el Poder de Su Gracia que como semilla crece y se transforma en un árbol que da muchos frutos.


Así le dijo el Eterno a Rab Shaul (Pablo) cuando este último le pidió que apartara de él al espíritu que le atormentaba: “Y me ha dicho: bástate Mi Gracia; porque el poder se perfecciona en la debilidad.” Asofer Hamaljutí (Código Real) 12:9

Todos los grandes profetas y los valientes del Eterno caminaron en esta tierra con el Poder de Su Gracia; Abraham, Isaac y Yaacob, Moshe, David y nuestro Santo Ribi Yeshua Hamashiaj. Todos ellos dan testimonio de la grandeza de Aquel que les sembró el Poder de Su Gracia y hoy, miles de años después, Su Gracia sigue levantando Su Voz como si fuera el pregonero del silencio que camina por las comarcas de los pueblos gritando a los cuatro vientos: ¿Quién la quiere? ¿Quién la quiere? ¿Quién quiere ser llenado del Poder de Su Gracia? … ¿Serás tú el próximo?...


Es Licenciado en Filosofía y Letras de la Universidad del Zulia. Artista sinestésico que conjuga la música, la pintura y la literatura, cuyas obras están en museos como el MEAM-España, Museo Boca Raton-USA y el MACZUL-Venezuela. Graduado de la Escuela de Arte Julio Arraga y estudió en el Conservatorio de Música José Luis Paz en Maracaibo-Venezuela. Jazán de la comunidad B’nei Tzion de Miami.



Yehoshúa Villarreal I.






Actualizado: 4 nov 2020

“Confía en el Eterno con todo tu corazón y sobre tu entendimiento no te apoyes.” Mishlé (Proverbios) 3:5


Hombre de arena, soplo de los vientos inmaculados, pasión de la creación del Altísimo, propósito que duerme en el Tetragramatón de tu corazón; alma del Alma que vuela con alas de eternidad.


Apoya tu cabeza en los hombros del entendimiento de Aquel que creó a la dama antañona a la que llamó Sabiduría; sabiduría que cabalga por las llanuras de los siempres de la inteligencia, el discernimiento y el entendimiento, donde tu entendimiento reposa, se crece y es perfecto, no por conocimiento humano, sino que este se junta con el Perfecto para volverse uno con tu entendimiento…


Analicemos concienzudamente este Mishlé que nos invita a confiar y utilizar las herramientas eternales que Hashem depositó en nuestros corazones antes de ser habitantes pasajeros en esta tierra. Además nos advierte de no fiarnos de nuestro entendimiento y menos apoyarnos en él.


¿Por qué el Eterno nos escruta a volver nuestros ojos a Su entendimiento y no al nuestro? Muy simple; nuestro entendimiento fue diseñado por el mismo que nos dio el conocimiento, el discernimiento y la inteligencia. Definitivamente queda evidenciado a nuestra conciencia que nuestra mente tiene una capacidad limitada y finita, y su radio de acción es expansivo a limites finitos, es decir, en los limites “fronteriles” de la tierra. Pero si tomas la decisión (libre albedrío) de expandir tus alas, entonces tu entendimiento subirá como el humo del Ketoret y penetrará por gracia a la placenta de Su entendimiento Eterno; o lo que es lo mismo, el entendimiento infinito del Dador de la vida que no está sujeto a nada, ni a la nada. Dicho de otra manera, siempre prevalecerá lo perfecto sobre lo imperfecto, por ende Su mega mente estará alimentando nuestro entendimiento, porque un pensamiento vino de lo Alto y se posó en la mente finita para embarazarla con ideas infinitas, más allá de las fronteras de nuestra lógica racional imperfecta. De tal manera, que podremos entender lo que dijo nuestro Santo Ribi Yeshua Hamashiaj: “Sed perfectos, cómo nuestro Padre celestial es perfecto.”AsoferHamaljutí (Código Real) Mattityahu (Mateo) 5:48


Sigamos navegando por las aguas del conocimiento. Veamos que nos dicen las matemáticas de los cielos con respecto a la palabra “corazón” y “entendimiento” y qué es lo que nos quieren mostrar con estas palabras que están ocultas en sus propias raíces.


Tenemos por un lado el valor gemátrico de la palabra “entendimiento” que en hebreo es HAVANÁ – הבנה, cuyo valor es 8. Recordemos que el número 8 representa la suma del Tetragramatón del Nombre Sagrado, que parece decirnos: ¡Yo también estoy aquí! Es decir, estamos hablando de Su magno-entendimiento y no del conocimiento del hombre.


Observemos más de cerca la palabra “corazón” que en el idioma hebreo es LEV – לב y su valor matemático es 5. El número 5 representa al ser humano y son los cinco sentidos que dan testimonio de ello. Ahora que tenemos ambos resultados lo sumaremos entre sí 8+5=13=4 Obviamente este número 4 es el fiel representante de la tierra, a saber: los cuatro puntos cardinales, los cuatro elementales, las cuatro fuerzas que intervienen en el nacimiento de una nueva criatura humana: el padre, la madre, el niño y el Eterno.


Cuando tu mente, donde vive tu entendimiento, decide darle espacio al gran entendimiento del Padre de las luces, entonces verás Su conocimiento reposar en la alcoba de tu mente. La firma indeleble del Eterno sellará tu frente con las cuatro consonantes sagradas de Su Nombre, Nombre que es sobre todo nombre. Y por último, los cuatro puntos cardinales que representan la tierra donde tú y yo moramos hoy. En consecuencia el Tetragramatón estará dentro de tí y tu corazón despertará y te mostrará el tesoro escondido que un día sembró tu Padre de los cielos antes de nacer. De tal manera que, una vez más vemos el gran amor de Hashem que no nos desampara ni de noche ni de día. Tal vez no me creas, pero esta sencilla pero contundente palabra que está escrita, y que en este momento abre su boca para hablarte y decirte que tú eres la criatura más preciada para Él.


“Pues de la misma forma hasta los cabellos de vuestra cabeza están todos numerados. No temáis pues, más valéis vosotros que muchos gorriones.” Hilel (Lucas) 12:7 Asofer Hamaljutí (Código Real)


“Acérquese mi cántico a Tu presencia Adonay; otórgame entendimiento conforme a Tu palabra.” Tehilim (Salmo) 119:169


Por Yehoshúa Villarreal I.

Con la autoridad del Rab Dan ben Avraham.


 

Es Licenciado en Filosofía y Letras de la Universidad del Zulia. Artista sinestésico que conjuga la música, la pintura y la literatura, cuyas obras están en museos como el MEAM-España, Museo Boca Raton-USA y el MACZUL-Venezuela. Graduado de la Escuela de Arte Julio Arraga y estudió en el Conservatorio de Música José Luis Paz en Maracaibo-Venezuela. Jazán de la comunidad B’nei Tzion de Miami.



Yehoshúa Villarreal I.


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