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Parashá Yitró #17 (2/6/2021)

1: Shemot 18:1-12

2: Shemot 18:13-23

3: Shemot 18:24-27

4: Shemot 19:1-6

5: Shemot 19:7-19

6: Shemot 19:20-20:14

7: Shemot 20:15-23

Maftir: Shemot 20:19-23

Haftará: Yeshayahu (Isaías) 6:1 - 13

CR: Hilel (Lucas) 10:1-11:54


Una de las tantas cosas maravillosas que nos muestra esta parashá Yitró es la entrega de la Torá. Pienso que es la más importante de todas las parashót, ya que la Torá representa una de las armas más poderosas que existe en este orbe, morada del ser humano. La Torá trasciende más allá de las armas nucleares, más allá de los misiles balísticos intercontinentales, conocidos como las armas más poderosas del mundo hechas por el hombre. Estas armas tienen un alcance limitado aunque lleguen a los continentes; sin embargo, ante la Torá tan sólo son pequeños armamentos con las limitaciones del espacio-tiempo. La Torá trasciende este mundo, controla las leyes naturales de la creación, se desplaza a una velocidad más rápida que la velocidad de la luz, asciende a los siete cielos, altera el pasado, el presente y el futuro. Cruza la frontera de la eternidad y se hace una con el Padre Celestial... ¡Adonay Elohenu, Adonay Ejad!


Tomemos un breve momento y remontémonos justo en ese día en que nos fue entregada la Torá en Har Sinaí. Era una hermosa mañana de Shabat, seis de Siván del año 2.448. Toda la creación estaba expectante: las montañas, los cielos, los mares, las aguas de abajo y de arriba, todos los reinos; animal, vegetal, mineral y el reino de los hombres emanaban desde adentro de cada uno, una efervescencia que parecía un volcán a punto de hacer erupción. Todas las naciones estaban allí, en el lugar más santo del planeta, con igual condición de oportunidades de ser los elegidos para tener el honor de recibir la Torá y ser luz para todas las naciones.


Hashem se reveló para la entrega de la Torá en medio de los pueblos. Primero se dirigió a los descendientes de Eisav y les dijo: ¿Aceptarías la Torá? Ellos respondieron: ¿Qué está escrito en ella? Di-s respondió: “No matarás”. Entonces ellos dijeron: “Amo del universo, toda la esencia de nuestro padre, es decir, el fundador de nuestra nación es la matanza, como declara el versículo Génesis 27:22 “Y las manos son las manos de Eisav” Además, su padre Itzjak sólo le reveló acerca de ello, como está dicho: “Y por tu espada vivirás”. No podemos aceptar la Torá”


Entonces Di-s se dirigió a los hijos de Amón y Moáv, y les dijo: ¿Aceptaríais la Torá? Ellos respondieron: ¿Qué está escrito en ella? Di-s dijo: “No cometerás adulterio” A lo que replicaron: “Amo del universo, toda la esencia de este pueblo es el adulterio, como declara el versículo Génesis 19:36 “Y las dos hijas de Lot quedaron preñadas de su padre”. No podemos aceptar la Torá”.

Entonces Di-s se dirigió a los hijos de Ishmael y les dijo: ¿Aceptaríais la Torá? Ellos respondieron: ¿Qué está escrito en ella? Di-s dijo: “No robaras” A lo que replicaron: “Amo del universo, este pueblo sólo vive del hurto y el robo, como expresa el versículo -respecto de Ishmael- Génesis 16:12 “Él será un hombre salvaje; su mano contra todos y la mano de todos contra él”. No podemos aceptar la Torá”.


Según el Midrash, no hubo pueblo alguno entre todas las naciones al que Di-s no se dirigiera ofreciéndole la Torá. Por último se dirigió a los hijos de Israel, quienes de inmediato respondieron: ¡Naashe Venishmá! ¡Haremos y escucharemos! Respecto de ello, el versículo Deuteronomio 33:2 declara: “Di-s vino de Sinaí, y desde Seír resplandeció sobre ellos; apareció del Monte Parán, en medio de las miríadas de santos ángeles, dándoles de en medio del fuego la Torá que fue escrita con Su diestra” Esto es lo que hace diferente al pueblo de Israel; al instante dijeron que ellos asumirían la responsabilidad de recibir la Santa Torá. Sin saber siquiera que estaba escrito en ella, le dieron un contundente al Creador.


Cuando Di-s se dispuso a entregar la Torá al pueblo de Israel, veintidós mil carrozas de ángeles celestiales descendieron con Él. El sonido del Shofar llenó el mundo, y el universo entero se inundó de temor a Di-s. Ocurrió un evento sinestésico. “Todo el pueblo vio los sonidos y las llamas” Éxodo 20:15 En general los sonidos no pueden ser vistos, pero allí, en el Monte Sinaí todos vieron los sonidos y las llamas.


Al surgir el primer mandamiento de la boca de Di-s, centellaron relámpagos e inmensas llamaradas de fuego se veían a izquierda y a derecha. La voz se elevaba diciendo: “Pueblo Mío, pueblo Mío, Casa de Israel, Yo soy Di-s, Tu Señor”. Cada vez que se pronunciaba un mandamiento todo el universo se llenaba de una especial fragancia de especies. (Talmud Shabat 88a).


Recogiendo lo más importante de esta parashá, vemos aquí una poderosa enseñanza que nos muestra Hashem, y es que no debemos hacer acepción de personas. Ahora bien, ¿cómo a un gentil y extranjero como Yitró le fue entregada tan importante responsabilidad de aconsejar y dirigir a su yerno Moshe Rabenu en cómo aplicar el sistema jurídico, una expedita enseñanza a su pueblo?


Yitró le dijo a Moshe: “Ahora pues, oye Mi voz y te aconsejaré, y estará Di-s contigo... Y tú buscarás entre todo el pueblo varones de virtud, temerosos de Di-s, hombres verídicos y que aborrezcan el lucro, y los pondrás sobre ellos como jefes de mil, jefes de cientos, jefes de cincuenta y jefes de diez. Y ellos juzgaran al pueblo en todo tiempo; y será que todo asunto grande lo traerán a ti, mas todo asunto pequeño lo juzgaran ellos mismos. Así se aliviará el peso sobre ti, y ellos llevaran la carga contigo.” Éxodo 18:19 y 21-22


Yitró, suegro de Moshe Rabenu, según nuestros sabios, llegó antes de la entrega de la Torá. Era un hombre de Madián, pueblo acérrimo enemigo de Israel, quien no solamente pertenecía a esta nación, sino que era un sacerdote idólatra. A pesar de todo esto, Hashem lo eligió para que estableciera en su pueblo amado Israel, todo un excelente sistema jurídico que funciona hasta el día de hoy. El Eterno fue mucho más allá, quiso honrarlo, dándole presencia perpetua en esta parashá que lleva su nombre... ¡Yitró, finalmente se convertiría al judaísmo!

¿Acaso no había en el pueblo Israel hombres sabios, para que el Eterno tuviera que elegir a un gentil, a fin de establecer los estatutos y leyes que regirían jurídicamente a Su pueblo? De ninguna manera; lo que está detrás de todo esto es un simple recordatorio de parte del Eterno para todos nosotros, una justa enseñanza milenaria que tendemos a olvidar... ¡El amor al prójimo! Entonces, ¿Por qué insistimos en hacer acepción de personas, si Hashem no lo hace...?

Escrito está:


No mires a su figura ni a lo elevado de su estatura, porque lo he desechado; pues no es lo que ve la persona, porque la persona ve con los ojos, pero el Eterno mira el corazón.” 1ª Samuel 16:7


“Porque no hay acepción de personas para con Di-s” Asofer Hamaljutí (Código Real) Romanos 2:11


¡Shabat Shalom!

Por: Yehoshúa Villarreal I.

Con la autoridad del Rab Dan ben Avraham.


 
Yehoshúa Villarreal I.

Es Licenciado en Filosofía y Letras de la Universidad del Zulia. Artista sinestésico que conjuga la música, la pintura y la literatura, cuyas obras están en museos como el MEAM-España, Museo Boca Raton-USA y el MACZUL-Venezuela. Graduado de la Escuela de Arte Julio Arraga y estudió en el Conservatorio de Música José Luis Paz en Maracaibo-Venezuela. Jazán de la comunidad B’nei Tzion de Miami.



Yehoshúa Villarreal I.




Parashá Bo #15 (Ve) 1/23/2021

1: Shemot 10:1-11

2: Shemot 10:12-23

3: Shemot 10:24-11:3

4: Shemot 11:4-12:20

5: Shemot 12:21-28

6: Shemot 12:29-51

7: Shemot 13:1-16

Maftir: Shemot 13:14-16

Haftará: Irmeyáhu (Jeremías) 46:13 - 46:28

CR: Hilel (Lucas) 5:12-7:50


Cuenta el Zohar que la letra Bet entró y dijo al Creador: “Hacedor del mundo, sería bueno crear al mundo conmigo, ya que los Superiores y los inferiores Te bendicen conmigo, porque Bet es Berajá (Bendición). El Creador le contestó a Bet: “¡Por supuesto, Yo crearé al mundo contigo! ¡Serás el principio del mundo!” Por tal motivo, nuestra Santa Torá comienza con la letra Bet: Bereshit (En el principio). Así que está Parashá Bo va impregnada de la gracia de esta letra Bet. La gematría de Bo בא es 3 y esta alude al matrimonio; bodas con cercos de protección del cielo, compuesto por 3 integrantes: el hombre, la mujer, y Hashem en el medio de ellos. Una triada tan poderosa que escapa de los estándares de la razón.


Esta parashá Bo nos enseña cómo interviene y se mueve el Eterno, y cómo es Su participación en el día a día en la vida de cada habitante de la Tierra. El hombre tiene la potestad, el libre albedrio de decidir el cómo, cuándo, dónde y cuál camino elegir para su vida. Cualquiera sea el camino elegido, en ambos casos, Hashem tiene una activa participación; Él siempre estará presente en los dos escenarios. Apoyará tu decisión, sea buena o mala... En el caso de Moshe Rabenu, este eligió hacer lo bueno y ponerse al servicio de Hashem y del pueblo de Israel. Mientras que por otro lado, Faraón decide hacer lo opuesto, lo malo, rechazar al Di-s de Israel y mantener cautivo a Su pueblo negándole tozudamente su libertad.


Ahora bien, ¿cómo acontece esto en el aquí y ahora? El hombre es quien da inicio a cualquier acción que decida y no Di-s, porque Hashem respeta la voluntad de cada ser humano. Una vez que el hombre da el primer paso, Hashem entra en la escena, donde es invitado, no por la palabra sino por la acción o la decisión que realizaste, bien sea hacia la luz o hacia la oscuridad... En cualquiera de los dos casos... ¡Ahí estará Hashem contigo!


Hurguemos la Torá y veamos cómo se mueve esta exquisita Parashá Bo:


“Y vinieron Moisés y Aarón al Faraón y le dijeron: Así ha dicho el Eterno, el Di-s de los hebreos: ¿Hasta cuándo rehusaras humillarte delante de mí? Deja ir a mi pueblo para que ellos me sirvan.” Shemot (Éxodo) 10:3

“Y endureció el Eterno el corazón de Faraón, y él no quiso dejarlo ir. Y el Faraón dijo: ¡Vete de mi presencia! ¡Guárdate de volver a ver mi rostro, porque el día en que vieres mi rostro, morirás! Shemot (Éxodo) 10:27-28


Un momento... ¿Y cómo es esto? Por un lado, el Eterno le dice a Moshe y a Aarón que se presenten a Faraón, y por otro lado endurece el corazón de Faraón. ¿No es acaso esto una dicotomía o una contradicción de mando? ¡Por supuesto que no! Nada más lejos de la realidad. Hasta lo que aparenta ser “contradictorio” en la Torá, sencillamente es perfecto, porque está diseñado por el PERFECTO, mucho antes de la creación de todos los mundos... Recuerda que eres tú quien da el primer paso hacia lo bueno o lo malo. Luego de ese paso, el Eterno te empujará para que culmines lo que empezaste.


“Entonces juntó el Rey de Israel a los falsos profetas, cuatrocientos hombres, y les preguntó: “¿Acaso iremos a Ramot Guilad a la guerra, o me abstendré?” Y contestaron: “Sube, pues entregará Di-s al enemigo en manos del Rey” 1ª Melajim 22:6


“Entonces dijo (Mijayhu): He visto a todo Israel esparcido por los montes, como ovejas que no tienen pastor; y dijo el Eterno: No tienen amo estos, vuelva cada uno a su casa en paz.” 1ª Melajim 22:17


“Y dijo el Eterno: ¿Quién inducirá a Acab para que suba y caiga en Ramot Guilad? Y decía uno así, y otro decía así. Entonces salió el espíritu y se paró delante del Eterno, y dijo: yo le induciré. Y le preguntó el Eterno: ¿Con qué? Y respondió: saldré y seré espíritu de mentira en boca de todos sus profetas. Entonces dijo el Eterno: inducirás y también lograrás; sal y haz así.” 1ª Melajim 22:20-22


Aquí vemos como el Rey Acab insiste en ir a pelear contra los sirios. Pero Hashem le habla a través de Mijayhu, el profeta de Israel, y le dijo que no fuera a la guerra porque la perdería. Acab insistió tercamente en ir a la guerra, por lo que llamó a los cuatrocientos falsos profetas para que le dijeran “lo que él quería escuchar”. Un espíritu de mentira envió Hashem a estos falsos profetas, cumpliendo así el deseo de Acab.


Sigamos navegando en nuestra Parashá Bo, en las vetustas arenas desérticas, tierra de la cautividad del pueblo hebreo.


“Y tomarán de la sangre y la pondrán en las dos jambas y en el dintel de las casas en que la han de comer.” Shemot (Éxodo) 12:7


Hubo una circuncisión (Brit-Mila) masiva en todo el pueblo de Israel, jóvenes y ancianos fueron circuncidados. Tomaron la sangre del sacrificio de Pesaj y la sangre de los circuncidados, las juntaron y untaron sobre las jambas de las puertas de sus casas. El ángel de Hashem sólo golpeó a Egipto, ya que cuando veía mezcladas la sangre de la circuncisión con la sangre del sacrificio de Pesaj, como señal en las puertas, entonces el Manto de Misericordia del Eterno se desplegaba para el pueblo Israel, como está escrito: “Y te vi revolcándote en tu sangre, y te dije: por tu sangre vivirás.”


Por ello, el pacto de la circuncisión (Brit-Mila) es tan poderoso; tanto que puede conectar en menos de una decima de segundo el mundo espiritual con el mundo físico, los siete cielos y ascender al Trono de la Gloria de nuestro Padre Celestial. Y causar que todo el universo guarde silencio en honor al pacto de los hombres con el Señor de señores, el Rey de reyes, el Todopoderoso, el Eterno, juntos para toda la eternidad.


Nuestro Padre de los cielos, que es bueno, a pesar de la maldad sin escrúpulo de Faraón para con Su pueblo Israel, desplegó Su manto de Misericordia y enderezó todo lo torcido que hizo este malvado. Transformó esa circunstancia en una milenaria enseñanza para tí que lo lees hoy, para mí, y para toda esta generación y las venideras, para que podamos calmar la sed en las aguas eternas del Saber de nuestra Santa Torá.



Por: Yehoshúa Villarreal I.

Con la autoridad del Rab Dan ben Avraham.


 
Yehoshúa Villarreal I.

Es Licenciado en Filosofía y Letras de la Universidad del Zulia. Artista sinestésico que conjuga la música, la pintura y la literatura, cuyas obras están en museos como el MEAM-España, Museo Boca Raton-USA y el MACZUL-Venezuela. Graduado de la Escuela de Arte Julio Arraga y estudió en el Conservatorio de Música José Luis Paz en Maracaibo-Venezuela. Jazán de la comunidad B’nei Tzion de Miami.



Yehoshúa Villarreal I.




Actualizado: 21 ene 2021


Parashá Vaerá #14 (Me aparecí) (1/16/2021)

1: Shemot 6:2-13

2: Shemot 6:14-28

3: Shemot 6:29-7:7

4: Shemot 7:8-8:6

5: Shemot 8:7-18

6: Shemot 8:19-9:16

7: Shemot 9:17-35

Maftir: Shemot 9:33-35

Haftará: Iejezkel (Ezequiel) 28:25 - 29:21

CR: Hilel (Lucas) 2:21-5:11


Desde la Parashá pasada Shemot (Nombres) a esta Parashá Vaerá (Me aparecí) seguimos remando en el lago de los nombres, todos ellos sujetos al gran Nombre de los nombres... Todos los nombres están ligados a una cosmogonía perínclita, un universo de aventuras que parecen no tener sentido del alcance de nuestro enajenado consciente, que huye despavorido de su pariente el inconsciente. Visita los mundos invisibles adentrándose más allá de los arquetipos indefinidos de las orbes otoñales de lo intangible, capaces de hacer contacto con la hapticidad de una verdad inconmovible cargada de una maestra realidad de VERDAD...


El Eterno que es bueno y sabio nos deja accesar a los distintos Nombres de Di-s, esos Nombres son las multiformes maneras de manifestarse con el género humano. Recordemos como Di-s se manifestó a nuestros Patriarcas, Matriarcas, a Moshe Rabenu, a los Profetas, a nuestro Santo Ribi Yehoshúa Hamashiaj. Moshe recibió la revelación de Hashem, nombre en hebreo que denota: El que fue, El que es y El que será, la más alta manifestación de Di-s. La connotación y denotación de esta palabra Hashem representa a Di-s como Aquel que cumple Sus promesas; Di-s estaba apunto de hacer realidad la ansiada liberación de Su pueblo y llevarlo a la tierra prometida Eretz Israel.


Otro Nombre que ya conocemos es Elohim, que revela justicia y que al combinarlo con Adonay, que representa la piedad, construyen la combinación perfecta que el Eterno usa para minimizar Su justicia cubriéndola de abundante bondad y misericordia. Adonay también tiene una poderosa energía, que en un momento determinado puede irrumpir, alterar o cambiar las reglas o leyes que rigen la naturaleza y hacer que esta obedezca a través de la boca de un mortal.


El Nombre Shadai -Di-s Todopoderoso- deriva de la palabra hebrea Day די (suficiente) con un valor gemátrico de 5 que alude a los 5 libros de la Torá. Shadai describe a un Di-s Omnipotente que obra milagros y maravillas. Este Nombre se manifiesta a aquellas personas que se conducen correctamente en la vida, y por ende, están listos para recibir la bendición Divina. Su alma, a través de su conducta espiritual, es elevada a un mundo superior al de los astros.


Otro punto que someramente tocaremos son las cuatro expresiones de redención. Estas cuatro etapas se fundamentan en el requisito rabínico de beber las cuatro copas en el Seder de Pesaj. Estas expresiones son:

· Los sacaré: los judíos son liberados de la esclavitud de Egipto en Tishrei.

· Los rescataré: representa el epílogo oficial de la subyugación en Egipto.

· Los redimiré: esto hace alusión a abrir el Yam Suf (también conocido como el Mar Rojo), donde aniquiló a todo el ejercito egipcio.

· Los tomaré: Di-s tomó a los judíos como Su pueblo cuando les dio la Tora en Sinaí.

· El legado: la herencia que recibiría el pueblo escogido era Eretz Israel, la tierra que los judíos siempre anhelaron y sabían de antemano que les pertenecía.


Un punto álgido en esta parashá es la intervención del libre albedrio que entra en escena, tanto para aquel que decide usarlo para bien, como el que lo usa para mal. Veamos que nos dice la Torá: “Y arrojaron cada cual su vara, las cuales se transformaron en serpientes, mas la vara de Aarón se tragó las varas de ellos.” Éxodo 7:12 Hashem que es justo dotó a los pueblos antiguos en el arte de la magia, con un estatus de igualdad y con el poder de la Divina Providencia, poder que opera a ambos lados con equidad. Aquí vemos como el libre albedrio cada día se enfrenta a una dicotomía, es decir; dos caminos, uno de luz y otro cargado de opacidad.


El libre albedrio es como un viajero de tiempos dimensionales, tiempos indeterminados, y determinados a llevar la alforja donde reposa la Justicia Divina, y donde toda criatura pensante puede introducir su mano y tomar de ella la brújula que le señalará el camino que el mismo escogió antes de nacer. El libre albedrio comienza en los mundos invisibles, mundos akásicos que nos develan un encuentro íntimo con Aquel que es el Adón de todos estos mundos, y de este mundo donde estamos parados hoy; y aún de los mundos que no han sido traidos a la existencia, porque reposan en las habitaciones laberínticas de la Supra-mente Esencial del Di-s Omnipotente, Omnipresente y Soberano de todos los universos.


Un largo y grandilocuente encuentro con el Creador se suscitó antes que entraras a este hermoso y flotante globo azul al que llamamos Tierra. Y allí, en ese indescriptible y fascinante lugar, donde las flores cantan con aroma de mujer; donde las mariposas susurran al oído del visitante para decirle cuanto Amor Eterno siente el Eterno por él... Lugar donde se escuchan las palmas de los vientos flamencos, que cantan a viva voz el ¡Olé! de cada aliyá de nuestra Santa Torá, que se escucha a los cuatro vientos, y te prepara para el primer encuentro con el polvo de la tierra... Lugar donde las aguas de arriba y las de abajo se abrazan y se besan fundiéndose en una sola cascada de amor para crear el “Salto Ángel” de la Gran Sabana...Y desde allí le cuentas al Gran Hacedor tu función y tu misión en la Tierra. Cada palabra tuya se vuelve imagen de toda la historia que quieres vivir. Y el Eterno que es bueno, te lo hace ver en la gran pantalla donde se proyecta la gran película de tu vida...


“Fue la palabra del Eterno a mí, diciendo: cuando todavía no te había formado en el vientre, te he conocido; y cuando todavía no habías salido de la matriz, te he consagrado...” Iermiyáhu 1:5 Nebiim-Tanaj


Por: Yehoshúa Villarreal I.

Con la autoridad del Rab Dan ben Avraham.


 
Yehoshúa Villarreal I.

Es Licenciado en Filosofía y Letras de la Universidad del Zulia. Artista sinestésico que conjuga la música, la pintura y la literatura, cuyas obras están en museos como el MEAM-España, Museo Boca Raton-USA y el MACZUL-Venezuela. Graduado de la Escuela de Arte Julio Arraga y estudió en el Conservatorio de Música José Luis Paz en Maracaibo-Venezuela. Jazán de la comunidad B’nei Tzion de Miami.



Yehoshúa Villarreal I.




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