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Arqueología y Biblia1 La arqueología ha desempeñado un papel importante y ha contribuido de forma destacada al mejoramiento y la profundización de los estudios bíblicos. Inclusive, las investigaciones arqueológicas en yacimientos antiguos en las regiones de Siria, Palestina, Israel, Jordania y Egipto han ayudado a esclarecer algunos pasajes bíblicos de importancia. Y aunque el propósito fundamental de las ciencias arqueológicas no es corroborar ni desmentir información alguna de la Biblia, el análisis de los descubrimientos nos ha ayudado a comprender y esclarecer mucho mejor el mundo del antiguo Oriente Medio, contexto en el cual surgieron los documentos que constituyen la Biblia.


Arqueología, literalmente, significa «el estudio de los orígenes»; pero como proyecto científico organizado y como disciplina académica profesional, analiza los restos de las civilizaciones anti- guas para comprender mejor el mundo social, político, religioso y cultural en que vivían. La arqueología es, en efecto, una disciplina complementaria a las ciencias bíblicas, que contribuye de manera destacada al esclarecimiento y comprensión del contexto en el cual se desarrollaron los episodios que se relatan e interpretan en la Biblia.


Posiblemente, por esas razones metodológicas, es mejor, en vez de aludir a la «arqueología bíblica», identificar esta importante ciencia no con documentos concretos que se descubren y estudian en alguna parte del mundo, en épocas específicas, sino con la región a ser estudiada. Esa es la razón fundamental por la cual debemos hablar propiamente de arqueología del Oriente Medio, o de arqueología de Siria y Palestina.


El estudio crítico y sobrio de los hallazgos de edificios, herramientas, armas, monedas, vasijas, documentos y arquitectura son de vital importancia para la comprensión adecuada de la vida diaria en los tiempos bíblicos.


Entre los descubrimientos arqueológicos de importancia bíblica, en la región y tierras de Canaán, se encuentran los siguientes, a modo de ilustración:


• El Calendario Gezer, siglo x a.C. nos ha permitido comprender mejor la vida diaria de los agricultores de esa época, además de brindar información valiosa sobre las casas, las calles, los enseres domésticos y el estilo de vida que llevaban.

• El descubrimiento de una medida de pesos, con la inscripción «pim», nos ha ayudado a entender mejor el texto de 1 Samuel 13.21, que es el único versículo de la Biblia que incluye el término.


• Los hermosos marfiles tallados que se hallaron en el palacio real de Samaria, capital del reino del Norte, que provienen del siglo ix a.C., nos permiten comprender la referencia que se hace sobre el palacio del rey Acab que incrustó de marfil» (1R 22.39).


• Los múltiples manuscritos descubiertos en Qumrán, muy cerca del Mar Muerto, nos han permitido identificar mejor las diversas familias de manuscritos hebreos, nos ha provisto de algunos nuevos manuscritos bíblicos que provienen desde épocas previas a la era cristiana, y nos han ayudado a llevar a efecto mejores traducciones de la Biblia, particularmente del A.T.


• En la ciudad de Jericó, muy cerca del Mar Muerto, que forma parte de las narraciones de la

conquista de los israelitas al llegar a la antigua Canaán (Jos 2), se han descubierto los restos de diversas culturas y pueblos que provienen de los años 7000 a.C. Es una de las ciudades con murallas y torres más antiguas de la humanidad. Y entre sus visitantes distinguidos se pueden identificar al profeta Elías (2R 2.4-5) y Jesús (Lc 19.1-9).


• En Samaria se encontraron unas vasijas que tenían anotaciones en torno a las entregas de buen aceite de oliva y de vinos de calidad, que posiblemente provenían de los almacenes del rey Jeroboán II (789-748 a.C.) o del monarca Menajem (748-737 a.C.).


• La inscripción de Siloé posee gran importancia histórica pues se encontró en medio de un túnel de agua ubicado debajo de la Ciudad vieja de David, en Jerusalén, que se construyó durante el reinado de Ezequías en Judá (715-689 a.C.). El texto indica cómo los dos trabajadores comenzaron a excavar en los lugares opuestos del túnel y se encontraron en el medio. Posiblemente el túnel fue parte de los preparativos del rey judío ante la amenaza de Senaquerib (701 a.C.), incidente al cual se alude en 2 Reyes 20.20 y en 2 Crónicas 32.30.


• La ostraca de Laquish presenta un recuento interesante de los últimos días de independencia

del reino de Judá, antes de ser conquistada y destruida por los ejércitos de Nabucodonosor en c. 597 a.C. El texto proviene de un comandante de las tropas babilónicas que estaban próximas a conquistar la ciudad de Jerusalén.


• En el resto del Oriente Medio los siguientes descubrimientos has sido significativos para los estudios bíblicos. Esta lista es solo parcial, pues no son pocos los hallazgos de importancia.


• El Enuma Elish es un poema babilónico que presenta la creación del mundo y del cosmos como una gran batalla entre las fuerzas del orden y las del caos. El estudio de este poema épico descubre algunas similitudes con las narraciones de creación que se incluyen en el libro de Génesis.


• La épica de Guilgamesh presenta el deseo de inmortalidad del antiguo rey y sus esfuerzos fallidos por lograrla. Y en el proceso, escucha el relato de un gran diluvio en el cual se salvó Utnapishtim por la intervención de los dioses babilónicos. El poema también revela semejanzas con el relato del diluvio bíblico, en el que Noé y su familia fueron salvados por la intervención divina.


• El código de Hamurabi es posiblemente el más famoso y completo cuerpo de leyes que poseemos de la antigüedad. Proviene de la Babilonia del siglo xviii a.C. Es estudio cuidadoso del texto manifiesta algunos paralelos con varias leyes y regulaciones que se incluyen en la Ley de Moisés (p.ej., Éx 21—23).


• La estela de Merneptah es una inscripción del faraón de Egipto alrededor de los años 1225

a.C. Su gran importancia bíblica y arqueológica proviene del comentario oficial en torno a que ese año los ejércitos egipcios derrotaron decididamente en Palestina a «Israel», convirtiéndose en la referencia literaria más antigua que poseemos del pueblo bíblico.


• El obelisco Negro es el recuento visual que dejó el rey asirio, Salmanaser III, en el que presenta al rey israelita Jehú (842-815 a.C.) rindiéndole pleitesía al monarca extranjero, en un gesto físico de sumisión y reconocimiento de autoridad. En las referencias bíblicas que se incluyen en la Biblia de este rey no se menciona este particular incidente (2R 9—10).


• El prisma de Senaquerib presenta una descripción de la batalla para conquistar la ciudad de

Jerusalén. Aunque el prisma no admite la derrota, insinúa que no pudo tomar la ciudad. En 1 Reyes 18—19 se hace el recuento bíblico del evento, en el que se indica que Senaquerib atacó la ciudad, pero no pudo tomarla por la intervención de Dios.


1Samuel Pagan, Libro: Historia del Israel Bíblico, pág. 64-66

Como la describe Samuel Pagan1 “Por generaciones, la Biblia ha sido un libro de importancia capital para millones de personas. Para los creyentes, tanto judíos como cristianos, es fuente de inspiración espiritual, ética y moral, además de ser base para el desarrollo de enseñanzas, doctrinas y teologías. Y para no creyentes, su importancia reside en la naturaleza de su contenido, y en el particular despliegue de géneros literarios y temas que responden a los clamores más intensos e íntimos de la humanidad… Es ciertamente la Biblia un ejemplo extraordinario de virtud literaria y estética. En sus testamentos, libros, capítulos, versículos y palabras se encuentran gran cantidad de géneros literarios y temas que revelan mucho más que sus virtudes espirituales. Sus páginas ponen claramente de manifiesto narraciones hermosas y poesías exquisitas: además, entre otros géneros, se incluyen cuentos, himnos, proverbios, oráculos, oraciones, profetas, leyendas…”


En la Biblia, los cinco libros escritos por Moisés-Moshe han sido conocidos como Pentateuco-Toráh y durante siglos se ha entendido que la Biblia es una revelación divina he histórica que Dios mismo nos ha dado a través de sabios, profetas y sacerdotes israelitas. Sin embargo, en Edad Moderna (siglo XVII) algunos eruditos han descubierto que la cosa no es tan sencilla y se han dedicado a estudios minuciosos tanto literario como lingüístico.


Entre la lógica y la razón podemos preguntarnos si Moisés-Moshe pudo haber sido el autor real del Pentateuco-Toráh ya que en su último libro conocido como Deuteronomio-Debarim se describe en detalle el momento de su propio fallecimiento. Este tipo de razonamiento han convencido a algunos estudios a utilizar las herramientas de la arqueología para ampliar el conocimiento histórico hasta el momento.


A finales del siglo XVIII y todavía más en el XIX, críticos de la Biblia dudaron de la autoría de Moisés-Moshe con respecto a los cinco primeros libros de la Biblia hasta el punto de creer que es una obra escrita de varios autores posteriores a la época produciendo los mismo relatos en diferentes versiones.


Miremos un poco la historia-arqueología teniendo presente la explicación del biblista Richard Elliot Friedman2 (en su libro Who Wrote the Bible?): los duplicados, presentes principalmente en los libros del Génesis, el Éxodo y los Números, no eran variaciones o repeticiones arbitrarias de los mismos relatos, sino que mantenían ciertas características de terminología e interés geográfico fácilmente identificables y -algo sumamente llamativo- empleaban en la narración nombres diferentes para designar al Dios de Israel. Según esto, los relatos utilizaban sistemáticamente una terminología a lo largo de su narración como, por ejemplo:

- YHWH (pronunciado “Yahué” según supone la mayoría de los estudiosos) parecía interesar más por la tribu y el territorio de Judá.


- Elohim o El para nombrar a Dios y parecía sentirse especialmente concernido por las tribus y territorios del norte del país – sobre todo las de Efrain, Manasés y Benjamín-.

Los estudiosos designaron letras a las diferentes fuentes escritas en tiempo y lugares distintos, como:


- “J” a la fuente yahvista (en alemán, Jahvist y Jahwist).

- “E” a la elohista.

- “D” al libro del Deuteronomio, con su mensaje y estilos propios que parecía un documento independiente.


- “P” un tratado largo o fuente sacerdotal (en inglés, Priestly) a un gran número de pasajes que trataban de asuntos rituales, especialmente por la pureza, el culto y las leyes sacrificiales.

En otras palabras, los estudiosos llegaron poco a poco a la conclusión de que los cinco primeros libros de la Biblia tal como ahora los conocemos eran el resultado de un complejo proceso editorial en el que las cuatro principales fuentes documentales – J, E, P y D- habían sido diestramente combinadas y enlazadas por escribas compiladores o “redactores” cuyas huellas literarias (denominadas pasajes “R” por algunos estudiosos) consistían en frases de transición y excursos editoriales. La última de estas redacciones se llevó a cabo en el periodo posterior al exilio.


- Algunos estudiosos sostienen que los textos fueron compuestos y editados durante la existencia de la monarquía unificada y de los reinos de Judá e Israel.

- Otros insisten en que se trata de composiciones posteriores recopiladas y editadas por sacerdotes y escribas durante el exilio babilónico y la restauración, o incluso en el periodo helenístico.


Sea cual sea la versión histórica-arqueológica, todos están de acuerdo en que el Pentateuco-Toráh no es una composición única e inconsútil sino un mosaico de fuentes diversas escritas cada una de ellas en circunstancias históricas distintas para expresar diferentes puntos de vista religiosos o políticos.


En la Certificación de Estudios Hebraicos, el Rab Dan ben Avraham nos amplía y aclara por qué el Tanaj-Antiguo Testamento es una colección de libros hebreos escritos por judíos y que ha pasado por un largo proceso de escritura, correcciones, adaptaciones y edición final como aparece en las versiones modernas.


1Samuel Pagan, autor libro: Historia del Israel Bíblico, Pág 17.

2Israel Finkelstein – Neil Asher Silberman, autores libro: La Biblia desenterrada, pág 32-34.

Canaán-Kenaan se menciona por primera vez en las Sagradas Escrituras como nos dice que “Cam-Jam era el padre de Canaán-Kenaan...”. Sea lo que sea que hizo Cam al ver la desnudez de su padre Noé-Noaj, lo que aquí queremos mostrar en este texto es cómo la arqueología histórica nos ayuda a descubrir si realmente existió la cultura de los Cananeos.


Iniciamos con el siguiente texto como lo describe el ABC Ciencia: “Hace miles de años, en la parte del mundo que ahora ocupan Israel, Palestina, Líbano, Siria y Jordania, vivía el influyente pueblo cananeo… La Biblia la menciona numerosas veces, los textos sagrados describe sus ciudades como <<grandes y con murallas que llegaban el cielo>> y sus <<carros de hierro>>, pero también a sus dioses paganos, sus sacrificios de niños y otras perversidades y excesos de tal calibre que finalmente Dios ordenó su aniquilación.”2


Desde la arqueología, lo que hoy conocemos de la cultura cananea fue gracias a las excavaciones en Ugarit3 dirigidas por Claude Shaeffer, en la cual se descubrió algunas cosas como las siguientes4:


- Allí se descubrieron los restos de la ciudad perdida, una metrópolis del Bronce Reciente.

- El descubrimiento fue totalmente accidental (un campesino local alauita, mientras araba el campo golpeó una masa sólida que resultó ser una piedra que cubría una tumba, el terreno ¡Era un cementerio!


- El pueblo que habitó Ugarit era un pueblo semita emparentado lingüística y religiosamente a los cananeos que vivían en el sur.


- La magnitud de las excavaciones es impresionante: grandes edificios (palacio, templos), viviendas particulares, murallas y puertas de acceso.


- La evidencia material nos ayuda a reconstruir la vida cotidiana de la ciudad: su forma de gobierno, sus creencias y prácticas religiosas, su economía, entre otras.


- El palacio más grande hacia la zona occidente de la ciudad con 10.000 m2, sirvió como residencia real, complejo administrativo, noventa habitaciones, cinco patios grandes, varios archivos, una docena de escaleras que conducían a los pisos superiores, numerosos pozos y un jardín interior.


- Dos grandes templos en la zona norte de la ciudad, uno dedicado a Baal y otro a Dagón. Entre los dos estaba la casa del sumo sacerdote de Ugarit que también servía como escuela de escribas.


- Se encontraron unas tablillas escritas en un idioma desconocido (ugarítico) que tuvieron un impacto revolucionario en el estudio de la Biblia, descubiertas en un edificio que resultó ser una biblioteca, según Charles Virolleaud (director de la oficina de antigüedades – Experto en lenguas antiguas) las tablillas contenían una escritura cuneiforme completamente diferentes a las típicas que había visto en otras excavaciones.


- Seis de esas tablillas descubiertas en las ruinas de las casa del sacerdote, nos permiten asomarnos a la religión cananea e interpretar aquella fe en el antiguo Israel.


- La religión cananea se presenta como una forma de paganismo extraordinariamente envilecido especialmente en lo tocante al culto de la fecundidad. ¡Una especie de <<barra libre sexual>> con la bendición de los dioses!


1 Bereshit-Génesis 9:18

2https://www.abc.es/ciencia/abci-fueron-aniquilados-cananeos-como-dice-biblia-201707271825_noticia.html


3 Ugarit (actual Ras Shamra رأس شمرة; en árabe) fue una antigua ciudad portuaria, situada en la costa mediterránea al norte de Siria a pocos kilómetros de la moderna ciudad de Latakia, en la región oriental conocida como Levante. https://es.wikipedia.org/wiki/Ugarit

4 Arqueología Bíblica, autor Pedro Cabello Morales pág 148-, 2019.

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